El llamado Síndrome de la Cabaña no es una patología como tal, es más bien una reacción basada en el miedo que tienen algunas personas a salir de casa tras muchos días de aislamiento. El confinamiento a nivel psicológico es complicado y no es lo más saludable, nos hace sentirnos vulnerables y salir de él nos provoca reacciones desconocidas
Ante el peligro de contagiar o contagiarse con el Coronavirus se puede experimentar una estado de inquietud, miedo y hasta cierta fobia a salir a la calle. La casa se ha convertido en un lugar seguro y la calle en un lugar hostil.
Con la desescalada y la salida de nuevo a la calle nos encontramos repentinamente con que una situación normal se convierte en extraña ya que vamos a salir pero no vamos a poder comportarnos socialmente con normalidad, vamos a tener que cumplir una serie de protocolos inusuales como, por ejemplo, el distanciamiento social, es decir, no vamos a ser nosotros mismos por un tiempo, así que algunas personas pueden decidir quedarse en casa porque salir les genera ansiedad.
¿Podemos compaginar salir a la calle y sentirnos a salvo?
La respuesta es si.
En primer lugar no debemos sentirnos obligados a salir porque esté ya permitido, cada persona tiene su tiempo de adaptación, podemos hacerlo gradualmente y reaprender a disfrutar de sentir el sol en la cara, del aire, de ver a otras personas, del olor de los parques y de tantas cosas que hemos tenido que aparcar durante el confinamiento.
En segundo lugar nos sentiremos más seguros si respetamos una serie de medidas para cuidarnos y cuidar a los demás: uso de mascarilla y guantes lavado de manos frecuente, distanciamiento social etc. Medidas que nos mantendrán a salvo. No hay que hacerlo tampoco de una manera obsesiva sino por responsabilidad, sabiendo que el tomar estas precauciones aunque sean fastidiosas nos alejan de los tiempos del miedo.
Vamos a tener que adaptarnos a una nueva forma de relacionarnos por un período de tiempo que deseamos que sea lo más corto posible pero podemos hacerlo desde la tranquilidad, la calma y la responsabilidad, aunque esto nos parezca duro, también lo ha sido el confinamiento y hemos sido capaces de hacerlo bien.
Mucho ánimo y disfrutemos de esta “nueva” libertad.