Con el tiempo aprenderás la sutil diferencia
entre dar la mano y encadenar un alma.
Y aprenderás que amar no significa acostarse,
y compañía no significa seguridad.
Y empezarás a aprender que los besos no son contratos,
y los regalos no son promesas.
Y empezarás a aceptar tus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos,
con la gracia de una mujer, no con el dolor de una niña.
Y aprenderás a construir todos tus caminos en el hoy,
porque la tierra del mañana es demasiado incierta para hacer planes,
y el futuro a veces se cae en pleno vuelo.
Después de un tiempo aprenderás
que incluso un rayo de sol quema si te expones demasiado,
y plantarás tu propio jardín y decorarás tu propia alma,
en lugar de esperar a que alguien te traiga flores.
Y aprenderás que puedes resistir,
que realmente eres fuerte, que vales mucho.
Y aprenderás y aprenderás,
con cada adiós aprenderás.
Verónica A. Shoffstall