Aquí se trata, sobre todo, de que la comunicación familiar sea la idónea, de tal forma que en lugar de enfrentamientos haya diálogo y respeto. Se motiva a la familia para que funcione como un equipo buscando el bien de todos.
Asimismo se entrenan las habilidades sociales y se orienta a las personas que forman el núcleo familiar sobre la forma de deshacer “nudos” y de planificar de una manera eficaz nuestros puntos fuertes personales con el objetivo de poder aportar lo mejor de nosotros a los demás.