Los trastornos de la alimentación son enfermedades reales y tratables. Con frecuencia coexisten con otros trastornos como la depresión o la ansiedad.
Es muy frecuente que la persona que los padece sea muy reacia a hablar sobre ello y lo normal es que lo enmascare y lo niegue lo cual supone un gran esfuerzo para ella. Sin embargo se trata de trastornos graves, por tanto desde aquí animo a las personas que padezcan alguno de estos trastornos a que traspasen esa frontera de miedo y vergüenza y pongan todo su empeño en solucionarlo, en la confianza de que van a ser tratadas con todo el respeto y la consideración que se merecen.
En terapia se efectúa un estudio profundo del tipo de pensamientos sobre uno mismo y sobre el entorno que están sustentando un tipo de conducta y de relación insana y desadaptativa con la comida. A continuación se hace un ejercicio de veracidad y lógica de cada uno de esos pensamientos. El objetivo es que el paciente salga de esa cárcel en la que está sumido y valore la calidad de vida.